Cuando un amigo se va

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FÉLIX DEL VALLE Y DÍAZ

Actualizado 27/05/2009 - 02:43:15

Se lo ha llevado esa terrible enfermedad a la que todos tememos y no nos atrevemos a veces a mencionar su nombre. Mi amigo, y de muchos más, Manchón, el cincelador, cayó después de soportar los estragos en su organismo de esa temida dolencia. Hoy descansa ya en el Tanatorio. Su sepelio tendrá lugar hoy día 27, a las 5 de la tarde.

Hemos perdido a uno de los mejores repujadores-cinceladores que nos ha acompañado en esta era de desaparición de artesanos artistas. Cada vez nos van quedando menos; de un centenar que habría hace muy pocos años entre repujadores, cinceladores, damasquinadores, espaderos, grabadores... apenas nos quedan hoy media docena de artesanos puros. Acongoja la idea de que tras esta media docena se acabe la pureza de estos dignísimos oficios, arrasados por procedimientos «modernos».

José Antonio Manchón Ceperuelo había alternado su aprendizaje en el taller de su maestro el señor Carlos Vicente, con sus clases en la entonces Escuela de Artes y Oficios. Un día me dijo Carlos Vicente: «este muchacho acabará superándome». Y, desde luego, lo hizo; le superó. Los cinceles en las manos de Manchón acariciando los metales, eran como palillos de modelar que se deslizaran suavemente sobre el barro creando artísticos relieves. Por algo llegó a ser Académico Correspondiente de Bellas Artes.

Yo, que le conocí cuando entró como aprendiz en el taller del señor Carlos y le vi crecer como artesano artista, le comenté un día de aquellos en los que por razones desconocidas se encontraba muy nervioso: «Manchón, no debes temerle a nada, pues tú repujas como los ángeles». Ahora espero de verdad que esté repujando con los ángeles con unos cinceles de estrellas, modelando desde el firmamento esas caprichosas figuras que a veces creemos ver en las nubes.

Descansa en paz, amigo Manchón y, como el tiempo pasa muy deprisa, no temas estar sólo; pronto nos uniremos todos a aquel centenar de amigos.

De la Real Academia

de Bellas Artes y

Ciencias Históricas

deToledo

Decreto 152/2009, de 13/10/2009, por el que se otorga la Medalla al Mérito Artesano de Castilla-La Mancha a don José Antonio Manchón Ceperuelo. [2009/15895]

El artículo 14.3 de la Ley 14/2002, de 11 de julio, de Ordenación y Fomento de la Artesanía de Castilla-La Mancha, relativo a los premios y distinciones por el ejercicio de la labor artesana, y el artículo 4.1 del Decreto 145/2008, de 9 de septiembre, por el que se establecen las condiciones para la obtención del título honorífico de Maestra o Maestro Artesanos y para la concesión de las distinciones y premios al mérito artesano de Castilla-La Mancha, especifican que, a propuesta de la consejería competente en materia de artesanía, el Consejo de Gobierno de la Comunidad Autónoma podrá otorgar la Medalla al Mérito Artesano de Castilla-La Mancha, que es la máxima distinción que se concederá a aquéllos artesanos, empresas artesanas, personas, investigadores o entidades que más hayan destacado en la recuperación de las tradiciones artesanas de la Región o en su labor a favor del desarrollo y promoción de la artesanía.

José Antonio Manchón Ceperuelo era cincelador. Con fecha de concesión de carné artesano de 10 de abril de 1989 y Maestro Artesano de Toledo. Nació el 19 de diciembre de 1940 y falleció el 26 de mayo de 2009. Alternó su aprendizaje en el taller de su maestro Carlos Vicente, con sus clases en la entonces Escuela de Artes y Oficios. Los cinceles en las manos de Manchón han sido definidos como caricia de los metales, palillos de modelar que se deslizaron suavemente sobre el barro para crear artísticos relieves. A los doce años ingresó en la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos de Toledo, donde siguió clases de modelado, vaciado, dibujo artístico, cincelado y repujado, escenografía, esmalte a fuego e historia del arte. Se decantó por el cincelado, ante el entusiasmo de poder dominar una materia como el acero y hacer surgir volúmenes desde una superficie lisa. «En esos primeros años de trabajo escaseaba la materia prima y debíamos buscarla por chatarrerías para poder forjar las espadas, llegando incluso a utilizar bidones de alquitrán de las carreteras». Su carrera artística, se ha visto jalonada por importantes premios y distinciones: Campeón Provincial de Destreza en el Oficio en 1964, dos medallas de oro en el Concurso Exposición de Artesanía en 1974, segundo premio en el Concurso Nacional de Cinceladores en Plata en 1976, medalla de oro en la V Bienal del Tajo, en 1978, y miembro correspondiente de la Real Academia de Bellas Artes y Ciencias Históricas de Toledo en 1981.

Por estos méritos y de conformidad con el artículo 5.1 del Decreto 145/2008, de 9 de septiembre, por el que se establecen las condiciones para la obtención del título honorífico de Maestra o Maestro artesanos y para la concesión de las distinciones y premios al Mérito Artesano de Castilla-La Mancha, previa deliberación del Consejo de Gobierno, en su reunión del día 13 de octubre de 2009, a propuesta de la Consejera de Cultura, Turismo y Artesanía,